¿Música durante el embarazo?
La música siempre está afectando nuestras vidas, queramos o
no, cuando caminamos por el centro comercial, en nuestro auto, entre otras
cosas. Por lo que siempre tiene un efecto en nosotros, ya muchos estudios han
comprobado que ésta puede cambiar nuestro estado de ánimo, también sirve de
terapia para algunas personas, etc. Nos afecta de alguna manera u otra, pero ¿durante el embarazo? ¿Realmente
puede afectar al bebé que se encuentra dentro de la madre? ¿Podrá éste escuchar
la música puesta por la madre?
El bebé
Durante el embarazo el bebé comienza a desarrollar sus
sentidos al transcurrir las semanas, partiendo por el tacto, siguiendo con la audición,
la visión y terminando con el olfato y el gusto. Se dice que desde entre la
semana número 18 y 20 el bebé desarrolla el oído, es decir el sentido de la
audición, por lo que desde ese entonces se le podrá aplicar unas sesiones en
donde la madre le pondrá música para su bebé. Éste responde con distintos estímulos que lo
puede sentir la madre, y siempre el bebé dentro de ella luego de escuchar un poco
de música lo hará relajarse. La música que debe escuchar seria una con el
estilo clásico (música clásica), que ayude al bebe relajarse y tener armonía
junto a su madre.
Rutina
Tanto para la madre como para el bebé la música puesta los
ayudará a ambos, para que el efecto funcione de manera correcta, partiendo por
unos simples pasos que ayudará a la estimulación del oído para luego agregar
música.
Para esto se debe seguir los siguientes pasos:
- La madre debe conversar con el bebé. El bebé tiene la capacidad de poder escuchar a la madre, esto lo ayudará a relajarse y poder reconocer su voz. La madre debe hablarle en un tono tranquilo y cariñoso, para que el bebé no se altere. El canto y la lectura también se recomiendan.
- Escucha música. Esto se puede realizar durante 10 minutos diarios, en donde tanto la madre y el hijo no estén cansados o con hambre. Genere un ambiente cálido y de relajación. Esto se puede hacer mediante subiéndole el volumen a la radio en donde se reproduce la música escuchada o poner audífonos en el vientre de la madre con un volumen moderado. La música recomendada para escuchar es la música clásica, ya que ésta además de relajar al bebé ayuda al desarrollo de su cerebro. Además tiene que disfrutar la música puesta, debe demostrar su amor al ritmo de la música. Y para desarrollar una cultura musical razonable, es importante mencionar el nombre del instrumento o compositor que se escucha, por ejemplo: “¡Esta es la música de Vivaldi!” “¡Qué bonito el sonido del piano!”
- El padre y los hermanos deben conversar con el bebé. Claramente el bebé sobretodo reconocerá la voz de la madre, sus conversaciones lo ayudarán a ser una parte activa durante su vida una vez fuera del vientre materno.
Efectos
Al realizar la rutina mostrada anteriormente durante el
periodo de embarazo, se verán unos efectos en el bebé durante su vida diaria.
Partiendo de que ahora, el bebé se encontrará más relajado y
regulará su frecuencia cardiaca. Dependiendo de la música puesta por la madre,
ésta tendrá un determinado efecto en el niño.
El investigador inglés Michele Clements llegó a la conclusión
de que la música barroca calma y relajan al niño. Esta investigación demuestra
que éste tipo de música estimula las nuevas conexiones de neuronas en el
cerebro de los niños, porque son ricas en simetrías y en modelos recurrentes
que consiguen desarrollar tanto el hemisferio derecho como el izquierdo, completando
sus funciones. Además de que sus ritmos y sus melodías estimulan la creatividad
y las áreas del cerebro especializadas en favorecer la motivación.
El recién nacido, al escuchar la música que escuchó durante el
embarazo, come más, duerme más y llora menos, ya que la música logra su efecto
de tranquilizar al niño. La buena música ayuda al niño a mejorar su memoria, su
coordinación, creatividad y concentración, incrementa la habilidad matemática,
acelera el aprendizaje de idiomas, desarrolla el razonamiento, y el gusto para
la música, enriquece las emoción es, transformando en alegría los sentimientos
negativos, llevándolos a encontrar sus propios valores y fortaleciendo sus
relaciones interpersonales y familiares.
Al escuchar música se estimula el sistema nervioso, pues el
aprendizaje auditivo, rítmico y musical, se apoya el crecimiento y la
inteligencia, auspiciando la asociación de sensaciones de placer y seguridad.
La música prepara el oído, la voz, y el cuerpo del niño al escuchar, integrar,
aprender y vocalizar.
Gordon Shaw, de la Universidad Irvine en California, dijo:
"Al escuchar música clásica, los niños se estimulan, ejercitan neuronas
corticales y fortalecen los circuitos usados para las matemáticas. La música
estimula los patrones cerebrales inherentes y refuerza las tareas de
razonamiento complejo".
Mientras más temprano es expuesto al niño al lenguaje
musical, mayor es el aprendizaje hacia las formas de razonamiento, las
matemáticas, el lenguaje y el fortalecimiento de las emociones.
También se habla del efecto Mozart, en donde éste compositor influye muy positivamente que logra el desarrollo creativo e intelectual de los niños.